La victoria más importante es conquistarse a uno mismo (Platón)
El locus de control o lugar de control es un aspecto crucial en el proceso de autocontrol. Este concepto hace referencia a la explicación que damos a la causa de las situaciones, influyendo en nuestra forma de percibir, interpretar y reaccionar. En otras palabras el lugar de control indica dónde ubicamos la responsabilidad de los acontecimientos. Este lugar de responsabilidad puede ser interno o externo.
Las personas que disponen de un lugar de control interno tenderán a asumir su propia responsabilidad ante las situaciones, ya que entienden que las cosas dependen de uno mismo. Así, al enfrentarse a una crisis o superar obstáculos los individuos con control interno se orientarán a la acción y el control poniendo en marcha habilidades y estrategias de superación enfocadas a resolver el problema. El resultado de esta implicación personal es una autoimagen positiva y una mayor satisfacción con la vida.
Quienes se orientan hacia un lugar de control externo atribuirán la causa de los acontecimientos a la suerte, a terceras personas, al azar, al destino e incluso a causas mágicas o místicas creyendo que nada depende de ellos. Al enfrentarse con dificultades se tenderá a la pasividad; el individuo piensa que los resultados no dependen de su propia acción y no hará nada para resolver el problema, conduciendo a un estado de indefensión y abatimiento.
Para comprender la importancia y repercusión del lugar de control, un buen ejemplo es su aplicación en el ámbito de la salud. Ante una enfermedad grave y crónica, la persona con control interno se responsabilizará de la situación, implicándose directamente en la mejora de su salud y siguiendo las pautas de tratamiento prescritas por su médico; la persona con control externo encontrará una causa externa a su enfermedad, percibiéndose incapaz de controlarla y dedicando menos esfuerzo a su tratamiento.
Fomentar el desarrollo de un lugar de control interno facilitará que ponga en marcha las estrategias de afrontamiento que mejor se adecúen a sus características y dificultades frente a los diferentes estresores de la vida. El autocontrol no solo significa manejar y aplicar estrategias eficaces, sino detectar cuáles pueden resultar más efectivas en un determinado momento y situación, seleccionado del repertorio de técnicas la más adecuada.
Autora: África Brasó

